Исполнитель: | Joaquin Sabina (Español) |
Пользователь: | TrovanueL |
Длительность: | 306 секунд |
Начальная пауза: | 0 секунд |
Названия аккордов: | По-умолчанию |
Матерная: | |
Комментарии к подбору: | Нет |
19 DÍAS Y 500 NOCHES
Joaquín Sabina
19 días y 500 noches 1999 306s
4/4 86 BPM
(Original E,
Transcrita por TrovanueL
T D
Am E B7 E B7
E
Lo nuestro duró
Bbo
lo que duran dos peces de hielo
F#m
en un whisky on the rocks
B7
en vez de fingir
F#m B7
o, estrellarme una copa de celos
E
le dio por reír
De pronto me vi
E7
como un perro de nadie, ladrando
A
a las puertas del cielo
Am E
Me dejó un neceser con agravio
C#m F#m
la miel en los labios
B E B7
y escarcha en el pelo
Tenían razón
mis amantes en eso de que, antes
el malo era yo
con una excepción
esta vez, yo quería quererla querer
y ella no
Así que se fue
me dejó el corazón en los huesos
y yo de rodillas
Desde el taxi, y, haciendo un exceso
me tiró dos besos uno por mejilla
A
Y regresé
a la maldición del cajón sin su ropa
a la perdición de los bares de copas
a las cenicientas de saldo y esquina
y, por esas ventas del fino Laína
pagando las cuentas de gente sin alma
E B7
que pierde la calma con la cocaína
volviéndome loco
F#m B7
derrochando la bolsa y la vida
E E7
la fui, poco a poco, dando por perdida
Y eso que yo
para no agobiar con flores a María
para no asediarla con mi antología
de sábanas frías y alcobas vacías
para no comprarla con bisutería
ni ser el fantoche que va, en romería
con la cofradía del Santo Reproche
tanto la quería
que tardé, en aprender a olvidarla
diecinueve días y quinientas noches
Dijo hola y adiós
y, el portazo, sonó como un signo
de interrogación
sospecho que, así
se vengaba, a través del olvido
Cupido de mí
No, no pido perdón (no pido perdon)
para qué si me va a perdonar
porque ya no le importa
siempre tuvo la frente muy alta
la lengua muy larga y la falda muy corta
Me abandonó
como se abandonan los zapatos viejos
destrozó el cristal
de mis gafas de lejos
sacó del espejo su vivo retrato
y, fui, tan torero
por los callejones del juego y el vino
que, ayer, el portero me echó del casino
de Torrelodones
Qué pena tan grande
negaría el Santo Sacramento
en el mismo momento que ella me lo mande
Y eso que yo
para no agobiar con flores a María
para no asediarla con mi antología
de sábanas frías y alcobas vacías
para no comprarla con bisutería
ni ser el fantoche que va, en romería
con la cofradía del Santo Reproche
tanto la quería
que tardé, en aprender a olvidarla
diecinueve días y quinientas noches
A
Y regresé
a la maldición del cajón sin su ropa
a la perdición de los bares de copas
a las cenicientas de saldo y esquina
y, por esas ventas del fino Laína
pagando las cuentas de gente sin alma
E
que pierde la calma con la cocaína